No puedes ver en mis ojos
el anhelo que castiga a mi alma,
la rabia contenida en mi cuerpo
y el desconcierto en mi mente afligida.
¿Acaso éstos no reflejan cada sentimiento
que en mí nació después de cada encuentro?
Los ojos no son el espejo del alma,
pero mi confuso corazón
late a sin razón,
esperando que veas mi más profunda emoción
y me des una necesaria explicación.
© Patricia R.A.